martes, 23 de marzo de 2010

Cardenales

(Terreno arenoso desolado, dos mujeres sentadas en un banco vestidas de militar, tienen un trozo de pan cada una, conversan)

Hortensia: Veinte años…veinte años…

Fratilda: Uno tras otro, día tras día, verdad?

H: ¿Dónde está el norte? Mi brújula ha muerto.

F: (Mirando al cielo alrededor) Mmmmmm… ¿Recuerdas dónde estaba la montaña?

H: Sí, hacia el norte.

F: Vaya… y la casa de los niños?

H: Al este, siempre allí estuvo.

F: Ya… pues no lo sé, lo siento mucho, ahora estoy completamente perdida. No recuerdo donde cayeron las últimas migas. Las vine esparciendo por el suelo desde la montaña, pero no sé donde habrán ido a morir. Tú no has empezado tu barra, no te esfuerzas por volver, Hortensia.

H: ¿Para qué? ¿Para encontrar oscuridad? Nunca ha sido necesario volver a la oscuridad, estás empeñada en seguirme y no hay necesidad, no hay necesidad, si quieres márchate, adiós, en serio, no me haces falta, la luz me basta y me sobra.

F: Si no empiezas tu barra te vas a quedar sola, como tu hijo.

H: Mi hijo no está solo, está muerto.

F: Tu hijo estuvo solo antes de morir, por tener tu misma actitud Se marchó para siempre sin compañía. Se heló, simplemente se fue helando hasta que le hicieron dejar de latir.

H: ¡Que te calles! Hoy no es el día de hablar de hijos, ni de empezar nada. Hoy es el día de buscar el norte y tú no me estás ayudando.

F: Hoy no es el día, hoy no es un día, no hay límite si no hay oscuridad, no hay retorno ni avance, los círculos no se cierran, las velas no se apagan…se limitan a ser barras de cera, Hortensia. Tu hijo es ahora de cera, como lo serás tú si no buscas, por favor.

H: ¿Dónde está el sur?

F: Búscalo tú, yo me voy.

H: ¿Dónde? ¿A buscar a Roberto? Sabes perfectamente que no le vas a encontrar, su vida está oscureciendo.

F: No me frena que él oscurezca. Sé andar sin luz, mis ojos ya están acostumbrados al sentimiento felino. Voy al frente.

H: Vieja loca. ¡No te marches!

F: Oeste.

H: Por favor, si encuentras el norte, vuelve.

(Fratilda marcha, Hortensia arroja su barra de pan, se tumba en el banco y muere)

lunes, 15 de marzo de 2010

No title

Esta noche no hace frío, toco el metal alargado y resbala la temperatura

Esta noche ya se está terminando, no es cierto que no es verdad lo que no se piensa. Que no…

Tardamos demasiado en afirmar el miedo, en rajar de lado a lado, deseamos caer para sentir el levantamiento

Tocamos canciones tristes por justa decepción con las alegrías, lamemos las bocas que nos arrastran al comienzo

Esta noche es.

Delicada, temprana, sin zapatos de rock n’ roll, como los niños que se ahogan en el mar por perder un momento, como los creciditos que paseamos por las circunstancias sin mirarnos a degüello

El ruido de las contraventanas enfurecidas marca el final de los hastiados cabeceos

No te preocupes Blancanieves, para no banalizarte nos masturbaremos en tu puerta, siempre nosotros, siempre sin tiempo.